Sostenibilidad social en tu escalera

Llevábamos tan sólo unos días confinados en casa cuando recibí en mi móvil una foto de una amiga cuya nota hacía referencia a ella. Su reacción al verla fue de inmenso placer y así lo hizo saber a su gente más cercana.

Este acto espontáneo de un vecino me hizo pensar cuán importante es en estos días la comunicación, el agradecimiento, la ternura, el apoyo, la transparencia y la compasión entre la gente que tenemos más cerca: familia, pareja, vecinos.

Un hecho tan simple como éste también forma parte de la sostenibilidad de nuestro planeta, la sostenibilidad social, porque promueve el desarrollo social buscando la cohesión entre comunidades y culturas para alcanzar niveles satisfactorios en la calidad de vida, sanidad y educación.

Al cabo de unos minutos recibí otra foto en mi móvil y me pareció que no debía compartirla con nadie…

Estos días recibimos tal cantidad de información (memes, videos, noticias, etc.) que, sin querer (y sin mala intención), vamos compartiendo con todo el mundo, sin saber los efectos negativos que pueden generar algunos de ellos en otras personas. Nos encontramos en una complicada situación de incertidumbre y ello nos obliga a ser más responsables antes de compartir todo lo que nos llega al móvil. Si no te detienes a pensar en las consecuencias, posiblemente, acabes propagando miedo o hiriendo la sensibilidad de mucha gente.

Son días para actuar con sostenibilidad social más que nunca.

Pero volvamos a centrarnos en esas cosas positivas que podemos compartir estos días para hacer sentir bien a nuestra gente más cercana…

Quizás es un buen momento para volver a compartir fotos y volver a reírse de las anécdotas de aquella excursión en la montaña que hiciste con los amigos, o cuando hicisteis vuestra primera calçotada, o cuando celebrasteis el primer día de playa del año, o cuando te encontrabas en pleno pasto rodeado de vacas… Ahora es tiempo para volver a recordar nuestras experiencias en la naturaleza, y también para volver a hablar con aquella persona con la que últimamente pensabas a menudo y nunca tuviste el tiempo de decirle: ¡hola! ¿cómo estás?

También podemos hacer lo que hizo el vecino de mi amiga. Ahora que nuestras salidas se basan en salir a hacer la compra, tirar la basura, sacar al perro, y en subir y bajar las escaleras de nuestro edificio para mantenernos en forma, ¿qué tal si aprovechamos estas pequeñas “excursiones” para dejar una nota personal en la puerta del vecin@?

¿A quién no le gustaría recibir estas notas en la puerta de su casa?:

“¿Son tuyas las canciones que cantas y tocas con la guitarra? Me encanta oírte. Soy Sandra la vecina del 2ª 3ª”

“Os agradezco mucho que tú y tu compañera últimamente hayáis dejado de hablar tan fuerte a altas horas de la noche, ¡muchas gracias! Si os molesta cualquier cosa que venga de mi piso, por favor, avisadme. Tu vecino del 1º 4ª”

“Hola Sra. vecina, le escribo porque me ofrezco a hacerle la compra, soy el vecino del 3º 4ª, sólo tiene que dejarme la lista debajo de mi puerta”

“Me encanta el olor a comida que sube de tu cocina a la mía ¿me podrías pasar alguna receta? Soy Gabriel tu vecino del 2º1ª”

O encontrarte con estas notas en la escalera cuando vienes del supermercado:

“Tengo un montón de ropa que no necesito, si queréis echar un vistazo soy la vecina del 5º 2ª”

“Dejo estos libros que ya leí por si alguien quiere leerlos, os los recomiendo . Vecina del 1º 2ª, ánimos!”

“Organizo una comida en mi terraza cuando todo esto acabe. La vecina del Atico 2ª, ¿quien se apunta?”

A veces, pequeños gestos o cambios pueden marcar una gran diferencia; y una buena manera de empezar, es con aquellas personas más cercanas a nosotr@s.

¡Muchos ánimos a todos y todas!

Recordad, pronto volveremos a vivir nuevas experiencias y en Feel by Doing estaremos ahí para inspiraros.

“Artículo de Jordi Ribas, equipo Feel by Doing”

Judit Esteban